El constructivismo influye en la intervención psicoeducativa al considerarse un enfoque activo, adaptativo, centrado en el estudiante y orientado al desarrollo de habilidades más allá de la simple transmisión de información. La integración de estos principios puede mejorar la efectividad de las estrategias de intervención en entornos educativos y claramente se destaca la importancia del aprendizaje activo, donde los estudiantes construyen su propio conocimiento a través de la experiencia y la reflexión.
Esta perspectiva implica diseñar estrategias que fomenten la participación activa de los estudiantes en su proceso de aprendizaje, reconociendo a su vez la diversidad de estilos de aprendizaje y la importancia de adaptar la enseñanza a las necesidades individuales de cada uno. Por lo tanto, esto se traduce en la personalización de las estrategias para abordar las características y desafíos específicos de cada estudiante. Como lo expresa Piaget (1955, citado por Chadwick, B., 2001), "Un aprendizaje eficaz requiere que los alumnos operen activamente en la manipulación de la información, pensando y actuando sobre ella para revisarla, expandirla y asimilarla." p.112. En otras palabras, cabe mencionar que dicho conocimiento no se transmite de manera pasiva, sino que se construye activa y significativamente en la mente del estudiante; puesto que busca facilitar entornos que estimulen la construcción activa del conocimiento y el desarrollo de habilidades críticas.
Para complementar, te dejamos un short donde Piaget expresa dicho modelo con sus propias palabras:
Referencia: Chadwick, B. (2001). La psicología de aprendizaje del enfoque constructivista. Revista Latinoamericana de Estudios Educativos (México), XXXI (4), 111-126.
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